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Cuesta trabajo entender las noticias casi diarias de nuevos casos de maltrato y asesinatos a mujeres, sin importar edad ni condicion.
Es lamentable y vergonzoso que una sociedad que quiere mostrar al mundo una imagen amistosa, relajada y acogedora en realidad guarda en sus entrañas los peores transtornos y una gran carga de frustracion que al no ser tratada y canalizada, encuentra a la victima perfecta en aquellos seres que precisamente esperan repeto y proteccion: las niñas y mujeres.
La salud mental , segun la OMS, es "el estado de bienestar que le permite al individuo realizar su potencial, trabajar productiva y fuctiferamente y colaborar con su comunidad." Es decir, la ausencia de salud mental deriva en frustracion, pobreza y violencia. La violencia es un fenomeno tan familiar para todos nosotros que cada vez somos mas insensibles a ella, despues de las heridas aun abiertas de la violencia politica, los conflictos sociales justificados o no pero siempre a la mano para que alguien se aproveche politicamente, una cultura machista que siempre ha caricaturizado a la mujer como la eterna "infiel, perversa, malvada, ingrata" etc, etc. y la ausencia total de una politica de salud mental del estado, configuran la tormenta perfecta para que la violencia estalle teniendo como victimas faciles a mujeres o niñas maltratadas, violadas o asesinadas en medio de una demostracion de desprecio por la vida y de un desequilibrio que conmueve a la sociedad.
No se puede entender ni procesar mentalmente como un sujeto puede verter agua hirviendo a una mujer o quemarla con gasolina hasta la muerte, no hay ni habra justificacion alguna para un acto que dado su odio extremo tiene que llevarnos a por lo menos un par de conclusiones. Primero que estos actos no pueden de ninguna manera quedar impunes y que es urgente que el sistema de salud publico invierta tiempo y recursos en atacar este problema.
Lo segundo es que no podemos darle la espalda por mas tiempo al hecho estadistico que nos revela que las mujeres del Cusco son las segundas mas maltratadas en el mundo, solo despues de las de Etiopia; que el 50% de la poblacion de Ayacucho, sometida a la violencia politica, tiene riesgo de presentar enfermadades mentales, que la prevalencia de la depresion es de 18.2% en Lima Metropolitana, en la Sierra es de 16.2% y en la Selva de 21.4%. asimismo los pensamientos negativos y de suicidio son altos en las diversas regiones del pais, sin tener acceso a ningun programa de ayuda, ya que no los hay.
El no considerar a los demas como sus iguales, merecedores de repeto y buen trato es una muestra de falta de salud mental. La exposicion a la violencia cotidiana trae como colacion el abuso de alcohol y mas violencia familiar y callejera, asi se completa el circulo vicioso que se ensaña contra cualquiera que sea mas debil o sea diferente.
No es pues casualidad, no es que "algo habran hecho esas mujeres" aqui hay un problema de fondo grave que nos va a costar mucho mas de lo que ya nos ha costado si es que no se le mira y se le encuentra una solucion urgente.
No nos enganemos, o enfrentamos el problema o seguiremos siendo el pais de los hombres que odian a las mujeres.
